dimecres, 29 d’agost del 2007

ALIMENTACIÓN Y CRECIMIENTO DEL CERDO IBÉRICO

El cerdo ibérico se suele criar de forma extensiva en las dehesas de la parte suroeste del país. Las dehesas son unos agros ecosistemas derivados de los bosques mediterráneos de alcornoques y encinas a los que se han aportado matorrales para favorecer el crecimiento de bellotas, el alimento básico de estos animales. La raza ibérica. Su crianza extensiva les permite ejercitar los músculos y eso sumado a una carencia fisiológica que tienen (tienen una deficiencia de la hipófisis) hace que la grasa se filtre en la carne y en los músculos y de esta forma se crean las características de vetas del jamón ibérico y aumenta considerablemente la calidad del producto.

Según la alimentación hay tres tipos de cerdos ibéricos:
-Cerdo ibérico de bellota: Son cerdos alimentados únicamente de bellotas, hierbas, raíces y tubérculos. También se les llama cerdos de montanera y son los que dan el máximo nivel de calidad. Un cerdo para considerarse de bellota ha de haber comido al menos un 30 % de su peso en bellotas o lo que supone haber comido durante su vida unos 450 quilos de bellotas.

-Cerdo ibérico de recebo: Son cerdos sometidos a una alimentación mixta. Bellotas y pastos naturales con piensos autorizados por el correspondiente Consejo Regulador de la zona. Tienen una gran calidad, pero un poco por debajo que los anteriores.
-Cerdo ibérico de cebo: Son cerdos que se han alimentado en dehesas pero básicamente de piensos autorizados por el Consejo Regulador de la zona. Son jamones de gran calidad, muy superior a la de los jamones de pata blanca, pero no llegan a la calidad de los de recebo y mucho menos a la de los bellota.